Esta Ud. ingresando a la historia del

Esta Ud. ingresando a la historia del
Centro Unico de Procesamiento de Datos

Otra vista del Centro de Computos

Otra vista del Centro de Computos
Finales de la decada del 80

Trabajando en el museo

Ordenando el Museo

viernes, 30 de abril de 2010

Reunión en el Club Colegiales - Año 1999

Sabella, Eduardo Artuza, Nicolini, Condori, Sanchez Berrondo, Luchetti, Ochoa, Aonzo, Acerbo, Anile, Sansibieri
Loguercio, Perez Piombo, Osvaldo Gomez, Benegas, Medina, Prieto, Julito Rodriguez, Eduardo Artuza, Polini, Condori, Sánchez Berrondo, Luchetti, Acerbo, Anile, Ochoa, Sansibieri
Jlito Rodríguez, Cardaci, Polini, Sarrachino, Nahum, Medina, Quiroga, Sansibieri, Zubiat, PerazzoAcerbo, Ovidio Álvarez, Eskenazi, Ostoni, Merino.
Serra (Espejito), Outón, Marz (El Pájaro), Quiaroga, Prieto
Rey, Outón, Ambrosio, Maioco, Sánchez Berrondo, Nicolini
Ferre (filmando), Condori, Juan Pérez, Benegas, Lanata, Reto (los dos de Espalda), Osvaldo Gómez, Pérez Piombo, Serra (Espejito), Nene del Valle, Gonzalito (Cacatua), Outón
Rindone, Domínguez, Rey, Scalisi, Outón, Luchetti, Artuza Eduardo, Juan Artuza, Polini, Sánchez Berrondo, Maioco, Caffiéri, Ambrosio.
Eskenazi, Ostoni, Merino, Ovidio Álvarez, Lacalamita, Ricciadi.

Carta cerrando el relato del otro yo del Dr. Merengue. Olguita y su debut con el aparato endiablado: “La Máquina de Escribir"

Papá insistía sobre la posibilidad de entrar al Ministerio donde trabajaba como encargado del depósito. En lo que parecía ser otra repartición llamada CUPED.
Transcurrían los años en donde las chicas hacían caso a sus padres ... y a pesar que dete
staba la idea de entrar y convertirme en lo que yo pensaba me transformarían: lo que años después tipificara Antonio Gassalla como “La Empleada Pública”, obedecí. Lo acompañé de muy mala gana, y peor disposición.
Alfredo miente con respecto a mi vestimenta: sólo tenía minis!
Por lo que me puse una de ellas -con un típico y minúsculo cruce delantero- que estrené para la ocasión.-
Me atendió un chico, que hablaba raro y me miraba más raro todavía, diría que con un cierto rechazo. Él fue a llamar a su oficina “... al: Ingeniero….. un señor que te va a entrevistar”.
Mi vida hasta entonces había transcurrido del colegio a mi casa, y de mi casa al colegio, apenas había pasado por algunos bailes de división a los que me acompañaba -¡¡por supuesto!!- mi mamá.
En esa época todo el que tuviese de 25 para arriba, era para mi un Señor ...
Ese Señor -ya habrán adivinado que me refiero al “Dr. Merengue”-
salió de su ..., su oficina?, y se quedó parado inmóvil, sin hablarme, mirándome también de forma extraña y, ... luego de unos interminables segundos (que a mi me parecieron años) se presentó, y me invitó a tomar asiento para ... “rendir la prueba”. Me ofreció una silla en el medio del salón: ahí me topé con mi primera dificultad, esa mini no resistía el estar sentada mucho tiempo, sin sufrir inconvenientes técnicos “graves”. Motivo por el cual a partir de ese instante -y hasta que pude pararme no salí de la tortura- con una de mis manos debía sujetar dicho cruce lo más disimulada y elegantemente posible, por lo que sólo me quedaba la otra manito para hacer la cruel "prueba" que me asignara con manifiesta mala intención. A diferencia de lo que cuenta Merengue, durante la prueba en la oficina, hizo muy pocas, casi ninguna pregunta, sólo me miraba extrañamente muy serio.
Una de ellas fue:
- Sabés ingles?

- No
- Ah, bárbaro!
- Sabés lo que es computación?
Aquí miente descaradamente su adornadito cuentito porque yo tuve una respuesta certera y precisa:
- No tengo ni idea!
- ¡Bien, bien!
para que no se juzgue erróneamente mi coeficiente intelectual agrego que rápidamente supe que no hablaba de ningún condimento para hacer pastas caseras, o de una nueva técnica de jardinería.
Su última pregunta fue
- Sabés escribir a máquina?
- Prácticamente, no.
Les cuento sólo como referencia que yo tuve un colegio cuyo sector de Dactilografía siempre estuvo en reparación, había pocas máquinas, ninguna andaba del todo o le faltaban letra, cinta, papel ... o todo a la vez.
En fin las prácticas se hacían sobre un tecla
do de cartón.
Dicho colegio tenía como corresponde al nivel académico que describo el prestigioso nombre de DALMACIO VÉLEZ SARSFIELD.
Sin hablar Merengue me señaló con su brazo y mano extendidos una máquina que no se parecía en nada a los cachivaches del cole.
El tremendo aparato con el que debí luchar era del tipo “el futuro ya llegó y está aquí”. El aparato atentó contra mis chances desde el principio ...
Lo desconocía absolutamente, es más, pensé que por ahí bordaba o quizás hablaba, dado que tenía una cabecita que tenía letritas, numeritos y caracteres.-
Yo creí que ahí habitaba un cerebro maligno y que esa máquina tenía vida propia. No bien puse un dedito de la única mano disponible con que contaba se lanzó locamente a repetir esa misma letra al infinito, quise cambiar la hoja y no sabía cual de todos esos botoncitos lo permitía por lo que intenté tironear de ella. Solo logré que se inclinara bastante la carilla, momento a partir del cual escribía con tinta roja. En el segundo intento se me corto una uña hermosa que yo tenía, sin ninguna piedad y es más hasta se hizo un agujerito en la hoja.
Recuerdo también que me ponía nerviosísima el ir y venir de otros señores al despacho de este señor, ...
Por lo que imaginé que tras esa puerta estaba el CUPED realmente: en vivo.
Posiblemente no me equivoque. No logre poner una sóla letra sin que se multiplicara geométricamente. Toque todo lo que pude en ella para ver de que se trataba y salir de esa bochornosa situación. Fue infructuoso hasta que ella sola decidió no trabajar más: una clara indicación de que en esa cabecita que presumía un nombre por demás diabólico IBM, había un cerebro malévolo. El muchacho -después supe que se llamaba Agustín- me preguntó:
- Terminaste?
Nada se podía hacer, sólo cabía un aplomado:
- Sí.
A él tampoco le resultó fácil sacarla, la miró,
me miró con un desprecio renovado y fue a esa puertita mágica de la oficina de Alfredo, digo, la del CUPED, del Dr. Merengue, Uds. me entienden.
Salió el ingeniero y no hizo ningún otro comentario más que:
- Cuándo podés venir a trabajar?
Pensé que era un chiste pero me mantuve firme:
- Cuando me llamen.
Fin. Nada más agregó, ni agregué yo tampoco.
...
Mi papi me decía cariñosamente "Nena", y, como podía suponerse me estaba esperando al salir:
- Y Nena, ¿cómo te fue?, ¿te llamará el ingeniero?
Mi respuesta fue terminante:
- Papá, yo no quería venir, lo hice para complacerte, pero lo que paso superó todo lo pensado...
Y agregué:
- Papi fue un desastre total. Nunca voy a trabajar en el CUPED, sólo ... SOLO UN DEMENTE ME LLAMARÍA.
El 10 de mayo de 1970, a los pocos días de esta experie
ncia me llamaron y ... aquí estoy, con Uds.
El ingeniero, muy sonriente y mucho más relajado que la primera vez me presentó a otro señor mayor -de 25- el ingeniero Bayonés que fue quien me rebautizó.
En mi casa y para mi pequeño mundo de campana de cristal yo era Olguita. A partir de ese día les escribe

Alicia

Carta abierta a los ...titantos años del hecho Alicia y la máquina de escribir

- Ingeniero, Ingeniero, afuera hay una persona del Ministerio que pidió verlo si Ud. lo puede atender.

La voz ligeramente aflautada y como siempre ceremoniosa de Fontanet me decía esto casi a punto de retirarse con el despacho que el director había firmado.

Desde mi pretencioso escritorio de enésimo “Adjunto a la Dirección” (¿o era el enésimo más uno ...? ¡No lo se y ya nunca lo sabré!, ¡... Ah!, ¿el nombre no les suena como un 1er adelantado o algo así?), le pregunté de qué se trataba:

- Es un ordenanza, me parece que es por los puestos administrativos que están disponibles ...

Unos pocos días antes nos había llegado la aprobación de la estructura en el organigrama ministerial. Allí habían aparecido dos inesperadas nuevas posiciones, antes inexistentes, para asistentes administrativos, creo que en relación a las posiciones de Jefes de Departamento incorporadas también poco tiempo atrás.

- Bueno, dígale que pase ...

Dos o tres días después la misma persona volvió a cruzar la puerta trayéndome a “la nena”.

Muchos años más tarde, cuando Olmedo, Portales y la Brodski inmortalizaron el personaje, yo no podía olvidar la escena: Don Ferraioli me traía a “La nena”.

La angelical criatura -me parece que ese día no traía ninguna de sus después famosas hiper-mini-faldas- cruzó aterrorizada la puerta y se sentó -tras insistirle dos o tres veces- en una silla frente a mi, escritorio por medio.

Carraspeando, naturalmente nervioso, ... (yo, claro, ¿quién podía justificar ponerse realmente nervioso en esa circunstancia?) le pregunté sin 2ª intención, casi estúpidamente:

- Ejem, bueno, ¿vos qué sabes hacer?, ... quiero decir, ¿escribís bien a máquina? ..., ¿sabés inglés? ..., ¿alguna vez oíste hablar de una computadora? ..., etc.

Voy a ahorrarles el bochornoso espectáculo de mi persona buscando una pregunta que pudiera tener una respuesta positiva, y de Alicia -¿o era Olga Alicia?- sonrojándose cada vez más de no poder dar esa respuesta.

Viendo que por ese camino no iba a encontrar una excusa ni mínima para mi definitiva, casi inmediata, sapientísima intención de contratarla, llamé al inefable, joven y atildado Agustín.

Uds. debieron conocer a Agustín, era de esos personajes de la comedia francesa, él parecía haber nacido dentro del ministerio. Con sus aún no cumplidos 21 años era ya un veterano del saco y la corbata impecables. Su padre lo había puesto en una extraña variante de contrato-beca-maestranza cuando tenía apenas 14 años, y conocía como la palma de su mano los vericuetos físicos del edificio, y formales de la administración. Recordarán, los que lo conocieron, aquel peinado a la gomina impecablemente estirado hacia el fondo y la expresión sin expresión de su rostro siempre dispuesto a recibir y cumplir indicaciones.

Agustín tenía preparada una prueba de dactilografía sencilla que un par de días antes había superado Martita García (¡SI!, ¡también esa presencia en vuestras vidas -queridos lectores- la deben a este avezado detector de jóvenes talentos!, en otra ocasión contaré esa historia). Bueno, lo llamé y le pedí que le tomara la prueba a Olguita, y que la ayudara un poquito porque nunca había usado una máquina de escribir eléctrica como las que teníamos en el despacho ... (sólo muchos, pero muchos años más tarde ella me confesó que jamás había usado ninguna máquina de escribir!).

Agustín se alejó, y detrás de él, aún perdiendo sonrojos, se fueron las esculturales piernas de Alicia.

La puerta se cerró y yo invoqué la protección de los santos, no para ella que no la necesitaba en absoluto, sino para mi, claro está.

Creo que no pasaron 15’ antes de que Agustín regresara con su habitual impasibilidad (impasibilidad que sólo alteraban una orden apenas nerviosa del Director, o un triunfo de su adorado Boca) para informarme:

- Ingeniero, ... escuchame -Agustín tenía mi pedido expreso de tutearme siendo como era el único de los empleados a mi cargo de menor edad que yo, pero sólo lo lograba en el 2º envión-, no se si la máquina que le di no anda, o la descompuso ella ... ¡Me parece que nunca escribió en una!

Imaginarán sin equivocarse la seriedad casi solemne que ponía con los temas laborales ...

- Agustín, querido, pobre chica. Ayúdala un poco ... ¿esa de las pruebas no era la máquina que tenía problemas?

- Sí, pero el service vino la semana pasada y andaba bien, yo mismo la probé.

Yo sabía que era de una insobornable honestidad para honrar la verdad en las cuestiones de trabajo ... Por lo demás las máquinas eran el último grito de la perfección en su tipo en aquellos días y estaban impecablemente mantenidas.

- Bueno, dale alguna otra, que use la tuya o la de la Sra. de González, que andan mejor.

La propuesta no lo entusiasmó, pero no se animó a contradecirme abiertamente:

- ¿Y si la rompe?

- Vamos Agustín, ¿cómo la va a romper? -(¡con esas manitas! pensaba mi otro yo)- Prestásela y quedate al lado para evitar el riesgo - le dije, feliz de haber hallado la “solución”.

No demasiado después volvió Agustín con “la prueba” en su poder.

En alguna forma incomprensible para nuestras rudimentarias habilidades e inteligencias, la querida Alicia (como finalmente la consagró nuestra memoria) había conseguido que la máquina escribiera en diagonal y en varios colores, un texto muy poco parecido al original.

La miré y miré a Agustín, que impasible y confiando en mi propia honestidad, aguardaba el inevitable rechazo.

Mi cabeza trabajaba acelerada y desvié el tema de la prueba preguntando por el padre, repasando el frondoso curriculum (de media carilla), y, argumentando sobre la urgencia de la incorporación. Le pregunté:

- ¿Todavía está allí? - no se si para cerciorarme o temeroso de que el angelito hubiera huido despavorido después de semejante estropicio

- Sí, está afuera ... - asombrado de no escuchar un inmediato veredicto negativo.

- A ver, decile que pase, no tenemos otra persona y quiero saber cuándo podría empezar a trabajar si la seleccionáramos.

Es innecesario explicarle al lector de estas vergonzosas líneas que contar con otra candidata hubiera sido cuestión de horas si lo hubiéramos intentado.

Olga, ya casi a punto de ser Alicia según ella misma ha confesado públicamente, cruzó -me parece que también asombrada- la puerta, tal vez temiendo que quisiéramos cobrarle la máquina de escribir descompuesta.

No recuerdo bien los balbuceos que intercambiamos. Ella explicando sus dificultades con la máquina de escribir eléctrica. Yo explicando que tal vez la fuéramos a tomar ... a pesar de todo, con la única excusa de que podía comenzar a trabajar casi de inmediato.

Finalmente dicté la sentencia:

- Ferraioli mirá, la prueba fue bastante discreta, y te recomiendo que practiques con la máquina de escribir lo más que puedas ... de aquí al lunes, momento en que te esperaríamos para empezar a trabajar. La verdad es que si con un par de piernas como las tuyas no te hago entrar unos 150 varones de este Centro de Cómputos -en caso de enterarse- me lincharían sin atenuantes ...

...o algo parecido

Bueno, espero, después de este tiempo prudencial de 37 años para mi confesión:

a) que me disculpen

b) que me aplaudan

c) ... que confiesen que ¡cualquiera de Uds. hubiera hecho lo mismo! (¡... y unos cuantos hubieran hecho cosas bastante peores!)

jueves, 29 de abril de 2010

Dos bellezas de la decada del 70

Mirta Mendoza y Alicia Ferraioli

Termohigrçometro “Santos Zaghi”

Permitía registrar la temperatura y la humedad del aire del Centro de Cómputos en un periodo de 24 horas o de 7 días.


Postal de la carrera de regularidad a Lobos en 1969

Se ve la trompa del auto del Ing. Jose Luis Mendiburu

Comenta Rodolfo Ratto: "Me acuerdo que se llamo la carrera de CUPEDLARIDAD, en la foto estan conduciendo Ratto, acompañante, Plus, atras Winter y Susana (no recuerdo el apellido)"

miércoles, 28 de abril de 2010

Sector Teleproceso


Personal de perfoverificación

Foto de fines de la decada del 60
Si queres ver más grande la foto hace doble click sobre ella

martes, 27 de abril de 2010

LLamando del "Equipo"


1ª Jugada del Prode - Febrero de 1972


Para ver mejor las imagenes hace click sobre ellas.
Recuerdo 1ra. Jugada del PRODE en el CUPED - Art. de Revista GOLES del 27 febrero 1972

En la foto 1 (entre las cámaras) se puede identificar a: Enrique Gigy, Jorge Fourmentel, Luis Manzini, Jorge Vattuone y Raul Bauer Jorge Rey – a su lado Carlos Campolongo de Canal 9 de Feliz Domingo
Mario Prieto – frente a él Marcelo Araujo Canal 7, a su izquierda Horacio Aiello Canal 11
En la foto 2 (atrás de la impresora; una IBM-3211) se encuentran: Raúl Bauer, Jorge Fourmentel, José Luis Gomez Berard y Perrone, también nuestro recordado Alberto Rotman
En la foto 3 El Ing. J. L. Mendiburu, El presidente de Lotería, Carlos Campolongo de canal 9 y Antonio Barrionuevo.

Acta Oficial 1ª Jugada de Prode

Nota de la revista MERCADO a Lopez Chantada

El mayor centro de cómputos de Latinoamérica.
Si queres ver mejor la nota hace un click sobre la imagen.

lunes, 26 de abril de 2010

domingo, 18 de abril de 2010







El que busca encuentra, buscando, buscando, miren que encontre.

Educación & Sociedad
Programa emitido el 07/09/2008
Invitado: Lic. Roberto IglesiasPresidente de Aldea Global S.A

Temas que se trataron
Hacia fines del año 2001, el Lic. Roberto Ricardo Iglesias (actual Presidente), de ininterrumpida actividad en el segmento de la capacitación y la educación desde fines de los años 60, y Carlos Alberto Colletta (Vice), fundamos Aldea Global S.A. como continuación del emprendimiento de educación sin distancias que iniciaramos en 1997.
Primera etapa (1970-1972):Hace treinta y siete (37) años, nuestro actual Presidente, para ese entonces Jefe de Análisis de Sistemas del CUPED – Centro Único de Procesamiento Electrónico de Datos del entonces Ministerio de Bienestar Social de la Nación y Profesor Titular de Análisis de Sistemas del Proyecto 214 – CICAP – Centro Interamericano de Capacitación de la Administración Pública de la OEA - Organización de los Estados Americanos, fue convocado profesionalmente para colaborar con el diseño empresario y puesta en marcha del IPAC - Instituto Privado de Administración y Contabilidad.
Segunda etapa (1972–1987):A poco andar y ante la creciente e insatisfecha demanda de personal que solicitaba el incipiente mercado informático en el que reinaban los grandes equipos Main Frame recomendó profesionalmente a los titulares del IPAC, la diversificación de su actividad educativa.
Participó entonces en el diseño empresario y puesta en marcha del Instituto Superior Top Level, líder indiscutido de la capacitación informática en la década del ´70 donde se dictaron cursos avanzados de Programación IBM, Bull, Burroughs, NCR, Univac, de perfovericación de tarjetas y graboverificación de datos.
Tercera etapa (1988- 1992):El año 1988 fue una bisagra empresario – profesional para la actividad educativa ya que se inició la acelerada transformación de la informática y las comunicaciones asociadas.
Cuarta etapa (1992- 1997):Consolidadas las actividades educativas del IAC en la Capital Federal y el Conurbano Bonaerense, recomendó y asesoró profesionalmente a los titulares del IAC de entonces, a incursionar en la poco difundida metodología del Franchising en todo el país.
Un rotundo éxito coronó este emprendimiento ya que a poco de andar, llegaron a integrarse como franquiciados IAC, cerca de trescientos (300) Institutos del interior del país. Hacia el año 1995, el Lic. Roberto Ricardo Iglesias y Carlos Alberto Colletta, socios de Telecomunicaciones Informáticas S.A., empresa que asesoraba profesionalmente a las más importantes empresas de la Informática y las Comunicaciones del país, participaron del Congreso Internacional de las Telecomunicaciones -TELECOM 95 Ginebra – Suiza, donde analizaron la nueva tecnología satelital interactiva orientada a operar en cualquier punto geográfico del planeta bajo modalidad sin distancias.
Nace así la decisión de implementar una Red Satelital de Eventos sin Distancias por las siguientes razones:
Para ese entonces, la educación a distancia era atendida a través de la comercialización de cursos por correspondencia, por programas educativos emitidos por canales de cable y/o de aire, por clases grabadas en videos educativos, por clases grabadas en soportes magnéticos como software informático autoasistido, o bien a través de articulaciones institucionales semi presenciales.
Eran sistemas masivos y despersonalizados, basados en una publicidad permanente, profusa y selectiva, caracterizados por contenidos de baja y/o insuficiente calidad, de precaria inserción en el mercado educativo.

El alumno no disponía de ninguna herramienta que le permitiera encontrar dónde, cómo, con quién y cuándo interactuar para satisfacer sus consultas e inquietudes.
Quinta etapa (1997–2001):Con la convicción de que ninguna de nuestras instituciones o empresas podría disponer de todos los recursos necesarios para alcanzar por si sola un objetivo tan ambicioso, contratamos la tecnología y los recursos necesarios bajo el lema: LA MEJOR EDUCACIÓN SIN DISTANCIAS AL ALCANCE DE TODOS.
En setiembre de 1997, comenzaron las transmisiones satelitales desde nuestros propios estudios instalados en la Avenida Congreso 3555 de la Capital Federal.
En 1999 integramos los contenidos de postgrado de la Asociación Médica Argentina, carreras de grado de la Universidad Blas Pascal, cursos y seminarios de la Escuela Argentina de Negocios, de CCAT – Centro de Capacitación en Alta Tecnología y de FUNDESUR – Fundación para el Desarrollo del Sur.
Dado que compartíamos nuestros Estudios de Transmisión con la Sede Central del IAC – Instituto Argentino de Computación y a solicitud de sus autoridades de entonces, colaboramos profesional y empresarialmente para aggiornar su imagen institucional, permitiéndoles cambiar su tradicional logotipo por otro creado por nuestro actual Presidente.
Nace así la nueva identificación gráfica del IAC – Instituto Argentino de Computación:
En ese mismo año se incorporan a la Red, contenidos de la Universidad de Belgrano, de la Universidad Tecnológica Nacional y el Bachillerato para Adultos de la Provincia de San Luis.
Los ciudadanos ya podían acceder a un nivel de capacitación y educación superior prácticamente inhallable en el interior del país.
Podían asistir y cursar desde sus localidades de residencia a clases dictadas en tiempo real e interactivas de Carreras de Grado y Tecnicaturas Universitarias y Carreras Terciarias que otorgaban TÍTULOS OFICIALES DE VALIDEZ NACIONAL, postgrados, cursos, carreras y seminarios dictados por Universidades e Instituciones de primer nivel, junto con los más destacados especialistas en cada tema.
En los inicios del año 2001, a pesar de las dificultades que ya asolaban al país, decidimos ampliar nuestro horizonte empresario:
Creamos Aldea Global S.A. con el objeto de intentar transformarnos en el PRIMER MULTIMEDIOS EDUCATIVO NACIONAL, REGIONAL e INTERNACIONAL, identificándonos bajo el logotipo:
Centralizamos toda nuestra actividad en un edificio emblemático de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires -Florida 935-, lugar donde residió durante muchos años la famosa Biblioteca Lincoln.
Incorporamos los servicios de educación sin distancia por videostreaming -transmisiones presenciales, sin distancias, en tiempo real e interactivas por Internet- desarrollando para ello nuestra propia tecnología de hardware y software.
Para acompañar la diversificación de nuestras actividades en RED, creamos una nueva marca, ccIAC – Capacitación y Cultura para el ingreso al Conocimiento (INPI – Instituto Nacional de la Propiedad Industrial, registro denominativo N° 1.928.847 y mixto N° 2.008.026).
El logotipo que identifica oficialmente a los actuales franquiciados ccIAC – Capacitación y Cultura para el Ingreso al Conocimiento (registro INPI N° 2.008.026) es desde entonces:
El primer Centro de Estudios Remoto asociado inició sus actividades con esta nueva marca, el 1 de febrero de 2004 en la ciudad de Rosario - Provincia de Santa Fe – Calle Mitre 788.
Sexta y última etapa (2001-2007):
Ampliamos fuertemente nuestra oferta educativa e ingresamos al segmento del arte y la cultura en RED.
Operamos de lunes a sábado, cuatro (4) señales simultáneas en tiempo real y diferido, bajo modalidad broadcast, videostreaming y audiostreaming.

Contamos hoy con servicio en tiempo real e interactivo en:
Poco más de ciento sesenta (160) localidades del país a traves de Centros de Estudios Remotos asociados.

Quinientas tres (503) localidades adicionales del país a través de nuestra propia señal de TV por cable identificada como CONEXIÓN EDUCATIVA EN LA ALDEA GLOBAL en alianza con Red Intercable.
Trescientos veinte mil (320.000) hogares están en condiciones de recibir hogareñamente la señal CONEXIÓN EDUCATIVA EN LA ALDEA GLOBAL.

Brindamos servicio de comunicaciones IP y capacitamos en tiempo real al personal de tres (3) Bases Antárticas del Ejercito Argentino – Belgrano II, Esperanza y San Martín.
Operamos regionalmente en cuatro (4) localidades de la República del Paraguay en alianza con la Universidad de las Américas.

Incorporamos a nuestras operaciones diarias:
El primer servicio nacional de clases en tiempo real e interactivas hogareñas por BANDA ANCHA.
El primer servicio nacional de clases hogareñas por DEMANDA (cualquier día, a cualquier hora, desde cualquier lugar) a través de BANDA ANCHA.

El primer servicio educativo en tiempo real e interactivo por videostreaming.
El primer servicio educativo en tiempo real e interactivo por audiostreaming.

Estudian a través de nuestra Red, aproximadamente treinta y cinco mil (35.000) alumnos.
Transmitimos eventos culturales en tiempo real e interactivos tales como Recitales de las Bandas de Rock LOS PIOJOS, LOS BABASÓNICOS, ARGENTINA LATE, TEATRO etc.
Sobre fines del año 2006 cambiamos nuestro logotipo, el que desde esa fecha nos muestra institucionalmente del siguiente modo:
Entendemos que en beneficio de nuestra gente, pudimos hacer realidad aquello de Ortega y Gasset
ARGENTINOS A LAS COSAS

Nunca más - Tareas realizadas por el Departamento de Computación

Nunca Más - Informe de la Conadep - Septiembre de 1984

Tareas realizadas por el Departamento de Computación
La Comisión Nacional debió afrontar la tarea de registrar los nombres y datos de víctimas de la represión, desaparecidos, desaparecidos-liberados y muertos. En vista de que esta nómina comprendía muchos miles de nombres, se decidió emprender un trabajo en computación, con la creación de un «Banco de Datos».Para ello se obtuvo la colaboración del CUPED (Centro Único de Procesamiento de Datos que procesa Jubilaciones, Lotería, Prode, etc.) que prestó sus equipos y servicios a la Comisión sin cargo, de acuerdo con lo prescripto en el Decreto de creación de la Comisión y sus complementarios.El CUPED preparó los programas respeuivos, y creó un Banco de Datos sobre la base de los listados de APDH, Clamor, OEA, ONU, ADL, etc. Se ingresaron por planillas, que luego se volcaban en el Banco de Datos: Apellidos, nombres, edad, documento, fecha de hecho, lugar de desaparición y profesión de las víctimas.A medida que ingresaban los diferentes listados, se cotejaban con los datos ya existentes en el Banco de Datos, a fin de evitar duplicaciones.Con la colocación de dos terminales (CNDT01 y CNDT02) en el local de la Comisión, fue posible efectuar consultas por pantalla, así como cargar datos directamente por las terminales.Así se incluyeron en los listados datos que se obtenían de otras fuentes, en especial de los legajos con los testimonios de declaraciones prestadas ante la Comisión. De estos legajos se introdujeron sus números de orden, lo cual permitió efectuar consultas rápidas y cruzamiento de informaciones.Desde las terminales se efectuó un laborioso trabajo de depuración del Banco de Datos. Como algunos de los nombres que figuraban en ese Banco no tenían datos de documentos no era posible detectar por programa de computadora si dos nombres tales como Pérez Susana y Perel Susana correspondían a la misma persona. Esta depuración debía hacerse entonces 8 a mano, llamando a la pantalla los nombres parecidos y procediendo a eliminar a aquellos que inequívocamente correspondían a una misma persona.En el mes de junio se instalaron otras dos terminales (CNDTO3 y CND TO4) para facilitar la entrada de datos. Como ya en esa época se había generalizado el uso de las terminales para efectuar consultas por parte de otros funcionarios de la Comisión, se instaló una impresora a fin de evacuar rápidam ente las consultas sin necesidad de inmovilizar la terminal para examinar la pantalla.Durante estos meses se imprimieron, en la computadora central del CUPED, listados de víctimas por orden de apellido, por número de documento, por edad, por fecha de desaparición, etc.Finalmente se realizaron dos tareas importantes:
1) Continuar con la depuración, distinguiendo en todos los casos que es posible a los desaparecidos, los liberados y los muertos, a fin de obtener el listado final y estadísticas.
2) Incorporar los lugares y fechas en que los desaparecidos fueron vistos en centros de detención.

sábado, 10 de abril de 2010

Estela Gache y Beatriz Carbone

Las fotos más antiguas


Antonio Barrionuevo de pie y sentado Mario Prieto, esta foto fue sacada con la cámara que trajo el Ingeniero Mendiburu, a raíz que el centro en esos días cumplía 2 años de vida. Fue tomada cuando el salón estaba en el 2º piso, y la máquina que se ve es la IBM 360, modelo 40.
Foto sacada el mismo día, donde se encuentran, sentado Sanchez Berrondo, de pie Castiñeira, Anguera y al fondo Mario Prieto